(Radio GBA) Tras la minoría que provocó disturbios ante una Policía Metropolitana que se vio doblegada, en contraposición a la represión desmedida de la Gendarmería, y que dejó un centenar de heridos (entre oficiales y manifestantes), la trasnoche transcurre con los diputados debatiendo la llamada benévolamente “Reforma Previsional” para recortarle aumentos a los jubilados y con protestas pacíficas y cacerolazos en las afueras del Congreso y en diversos barrios porteños y ciudades del conurbano y el interior del país. El apuro del gobierno liderado por Mauricio Macri se debe a que el Estado ahorrará una millonaria suma de dinero de acuerdo a los preceptos del Fondo Monetario Internacional.
Así las cosas, el lunes se llevó una imagen mundial caótica de nuestro país como no se veía desde el fatídico 2001, aunque sin ningún ánimo destituyente, a excepción de un grupo radicalizado de 200 manifestantes que terminaron siendo funcionales al oficialismo, ya que terminaron por ocupar las tapas de los diarios eclipsando los miles y miles de personas -entre organizaciones y autoconvocados- que se movilizaron en contra del recorte a los jubilados.
Hacia los primeros minutos de hoy, los cacerolazos llegaron a la misma residencia de Oivos, mientras en diversos barrios de clase media y media alta de la ciudad de Buenos Aires replicaban el sonido de las cacerolas en señal de descontento por el anteproyecto de ley presentado por el gobierno que es el más regresivo de las últimas décadas.
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