(Radio GBA / Télam) La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner demostró que es la única política de hoy en hacer reventar la Plaza de Mayo para ser escuchada, aún cuando la gente esperaba una definición sobre su candidatura que negó infinitas veces y evitó nombrar a algún futuro candidato. Eso sí: ante una plaza colmada en la lluviosa tarde de éste jueves, advirtió que “nunca fui de ellos (el poder real judicial, mediático y del círculo rojo) ni lo voy a ser. Hagan lo que hagan, me quieran matar, meter presa, yo soy del pueblo y de ahí no me muevo” y llamó a fundar un nuevo “pacto democrático” con todos los sectores políticos.
Acompañada en el escenario por funcionarios, legisladores y dirigentes del oficialismo, entre los que estaban el intedente de Florencio Varela, Andrés Watson, y la intendenta quilmeña Mayra Mendoza, la exmandataria propuso “tres ejes” para la etapa que viene, aunque se privó de designar precandidatos para las elecciones.
La exmandataria remarcó que el préstamo de ese organismo al Gobierno de Mauricio Macri otorgado en 2018 fue de carácter “político”, por lo que “política tiene que ser la solución”, y citó a Néstor Kirchner cuando “decía que los muertos no pagan la deuda”. La titular del Senado en ese punto cuestionó a Macri y también al propio organismo, entonces dirigido por la economista francesa Christine Lagarde, porque, insistió, “no tiene la culpa el chancho sino el que le da de comer”.
En ese tramo hizo una descripción de la herencia económica de la mala gestión de Macri: dijo que entre 2015 y 2019 el PBI de la Argentina medido en dólares se redujo en 200.000 millones de dólares y que el Gobierno de Cambiemos dejó “120.000 millones de dólares más de deuda”. “Eso es lo que hicieron en cuatro años los que hoy nos dicen que quieren volver a conducir el país”, alertó.
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