(Prensa CNCT) Bruno Roelants, secretario general de la Organización Internacional del Cooperativismo de Trabajo (CICOPA), estuvo de visita en la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT) para analizar la situación mundial del sector y fortalecer el vínculo con la organización.
Desde su nacimiento, la CNCT forma parte de la Organización Internacional de Cooperativas de Producción Industrial, Artesanal y de Servicios (CICOPA), y a través de ella en la Asociación Internacional de Cooperativas (ACI). Roelants fue recibido por el presidente de la CNCT, Christian Miño y el secretario de relaciones internacionales, Hugo Cabrera, además de otros integrantes del Consejo de Administración. Entre mate y mate, el secretario general de CICOPA saludó a la CNCT por su crecimiento como organización gremial del sector y los avances en el desarrollo productivo de sus cooperativas.
Por su parte, los referentes de la CNCT se comprometieron a fortalecer la representación de la Organización Internacional en nuestro país y aportar en los estudios y análisis del sector, en temas como el impacto de las cooperativas y Pymes en la industria nacional, y el rol de los jóvenes y las mujeres en el movimiento cooperativo.
La charla giró en torno a las dificultades que encuentra el cooperativismo de trabajo para instalarse a nivel mundial como un actor con incidencia económica real, pero además como un nuevo sujeto que expresa otras relaciones de trabajo no convencionales. Roelants contó el camino que se abre al interior de la Organización Internacional del Trabajo (OIT): “Desde CICOPA estamos tratando de tener mayor presencia mundial, por ejemplo en la OIT, que es una de las pocas organizaciones que tiene una oficina de cooperativas. Para ellos, la discusión más importante hoy es el futuro del trabajo. Si bien nosotros no entramos directamente en esa discusión, al menos se nos abre una ventana. El cooperativismo proporciona una vía posible, un tipo de relación laboral sui generis que se debe enmarcar en toda discusión sobre el futuro del trabajo. La OIT es realmente la organización que más nos escucha en este momento”.
Y agrega que “una de nuestras riquezas, pero a la vez es una dificultad, es que somos el cooperativismo del cooperativismo, porque adentro del cooperativismo somos los que cooperativizamos el trabajo. Otros cooperativizan el consumo o la plata o la vivienda. Y lo nuestro es difícil porque crea una relación industrial de trabajo sui generis que no comparte el resto del cooperativismo, porque tienen empleados convencionales. Hoy estamos llevando a la OIT la discusión sobre el trabajo social, a la que consideramos la tercera forma de relación laboral en el mundo, al lado del trabajo convencional y el trabajo autónomo”.
Esta complejidad del trabajo autogestivo se expresa incluso dentro del movimiento cooperativo mundial: “También es difícil que el resto del cooperativismo nos ayude en esta discusión. Dentro de la Asociación Internacional de las Cooperativas (ACI) es difícil porque somos minoritarios. Recién en 2005 tuvimos un representante de nuestro sector en el Consejo y hoy tenemos aliados, gente que nos representa. Poco a poco estamos creando más espacios para el cooperativismo de trabajo. Tendencialmente, la reacción primaria hacia nuestro sector era de miedo, que ponen en duda la relación de trabajo. En Italia y España, en cambio, el movimiento del cooperativismo de trabajo pesa tanto como el otro”, explicó Roelants.
Christian Miño, presidente de la CNCT, expresó que “siempre nos enriquece la visita de Bruno por su visión del cooperativismo a nivel mundial, que compartimos. Sentimos en CICOPA una organización que nos representa no solo como institución, sino también en la forma de ver el mundo”.
Con respecto a los cambios de gobierno que se están dando en varios países, el representante de CICOPA recordó que “hay varias experiencias de organizaciones que han transitado por varios regímenes, como la francesa, que viene de hace más tiempo, que pasaron de derecha a izquierda y de izquierda a derecha. En esos casos es importante utilizar todas las herramientas, como la comunicación, no para ser un camaleón, sino para poderse adaptarse a las varias sensibilidades, sin necesariamente perder su arma política. Somos un movimiento social, evidentemente político, pero no nos metemos a remarcar que estamos en un partido más que en otro, de esta manera somos un interlocutor viable para todos. Es un equilibrio muy difícil y va a ser más dificil en los próximos años”.
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