(Radio GBA / Claudio Blanco) Monólogo. Baile. Afano. Tormenta de fútbol. Todo adjetivo es poco para calificar la contundete victoria de Defensa y Justicia sobre Douglas Haig en Florencio Varela en el partido correspondiente a la vigésima fecha de la B Nacional. Fue 4 a 0 con goles de Guerra, Aguilera, Lucero y Brian Fernández. Pudieron ser mucho más.

Hacía rato que no se observaba tamaña diferencia entre un equipo y otro de la misma categoría en un partido. Previo al encuentro, los vientos huracanados dejaron carteles desparramados, mangrullos de TV volcados y medio estadio sin luz, como el resto de los barrios. La tormenta pasó, el sol asomó tras un imponente arco iris con el gris del cielo rumbo al Río de la Plata y el partido largó. Con tres cambios en mente, Diego Cocca mandó a la cancha de entrada a Gonzalo Díaz por izquierda y a Yacob de doble 5, mandando al banco a Busse. Atrás, Benítez retornó de 3 y reapareció en la zaga central Emir Faccioli, reemplazando a Iglesias. Y fue perfecto.

Perfecto por donde se lo mire: en lo individual, en lo colectivo, en la rotación de pelota. Perfecto en la definición, perfecto en la contención y en el quite (¡bueno, en el quite las pocas veces que hizo falta!) Desde el arranque mismo, Douglas mostró su objetivo: aguantar lo más posible el cero, con ritmo cansino y sin ideas claras. Y desde el inicio, Defensa mostró ser el dueño absoluto de la pelota y de la mente del partido. En adelante, fue un entrenamiento a media máquina, donde el equipo de Cocca se floreó de punta a punta.

Y hubo goles para todos los gustos: porque un desborde de Gonzalo Díaz terminó en un certero centro a la cabeza de Claudio Guerra, quien definió con calidad. El segundo tanto fue un exquisito y potente remate de tiro libre de Aguilera que, desde un punto cercano al semicírculo del área, fue a parar al fondo de la red, previo paso por el poste izquierdo del pobre ex arquero del Defe Emiliano Olivero que ya, a esa altura, veía negra la noche por la palidez que mostraban sus 10 compañeros de campo. El tercero, en el ocaso del primer tiempo, fue de una jugada finalizada por Juan Martín Lucero, tras dejar por el camino a 2 adversarios, encarar y dejar desparramado al portero pergaminense, tomando revancha de las situaciones negadas ante Independiente.

Ya en el complemento, las modificaciones introducidas por Quirós en Douglas no cambiaron nada, porque la visita seguía sin salir, sin orgullo y sin vergüenza deportiva. Por su parte, Cocca mandó a la cancha a Brian Fernández, Axel Juárez y Javier Yacuzzi. Y justamente un desborde por derecha del “Cholito” Benítez terminó en un centro bajo que Brian mandó a la red zambulléndose de palomita. Fue la frutilla de un postre que comnezó a saborearse desde el minuto 1 del primer tiempo.

Con Quiróz resignado y los hinchas del Defe eufóricos -hay que admitir que por momentos era tanta la superioridad que las gente guardaba silencio de cierto aburrimiento- la noche terminó iluminada, a pesar de que un huracán había dejado a oscuras a casi todo el Gran Buenos Aires.

Defensa terminará el año, y la primera rueda del largo torneo, como único escolta de Banfield, aún perdiendo en Córdoba. Y justamente en la docta terminará el 2013 para el Halcón, con 40 puntos en el bolsillo y donde, en una de esas, con un triunfo ante Instituto y al menos un empate de Banfield con Unión, termina como único líder. De todas formas, el rumbo es el ascenso. Desde la fecha 1 que Defensa y Justicia no conoce otras posiciones en la tabla que el primero o segundo lugar. Campañon. Es el sueño que, en un 50 por ciento, se va moldeando a la realidad ¡Salud!

(Fotos: Claudio Blanco / Imagen TV)

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