(Radio GBA) Defensa y Justicia volvió a merecer, pero volvió a perder. Esta vez por el partido de ida de la primera ronda de la Copa Sudamericana ante el América de Cali, con gol de Borja, de penal. Defensa juega mejor, ataca con contundencia, llega decenas de veces, juega lindo, toca, asusta y, al llegar ante el arquero, te acaricia. Así de ambiguo es el Halcón que, como ante Vélez y Argentinos Juniors, falló irremediablemente en la definición y lo pagó caro. Y en éste caso más caro aún, porque el reglamente de la Conmebol dice que la conversión del visitante tiene un plus, y ahora Defensa jugará en Cali el 8 de marzo con un solo resultado posible: el triunfo. Si es por 1 a 0 se definirá la serie por penales, si gana por cualquier otro resultado pasará de ronda. Un empate y la derrota lo dejarán por el camino.

Defensa y Justicia tuvo la iniciativa y siempre buscó y generóoportunidades. Un gol anulado a Bordagaray (estaba adelantado) y una chance inmejorable para el uruguayo Almeida (casi un penal en movimiento) fueron lo más destacado del Halcón. América se mostró más precavido desde lo táctico, apostando por algún contraataque que le diera rédito. Lo encontró sobre el final del primer tiempo, cuando Gissi cruzó torpemente dentro del área a Dajome; Sampaio sancionó penal y Martínez Borja le dio la ventaja a los Diablos.

El Halcón apretó aún más a su adversario en el segundo tiempo. Defensa ganó protagonismo y pudo empatar en los primeros 15 minutos, primero con Bordagaray y más tarde con Barboza, esta última con un cabezazo a quemarropa que puso a prueba la elasticidad y reflejos de Bejarano. El visitante, que tuvo en su once a los argentinos Hener y Bottinelli, siguió apostando al error de su rival, sin demasiado éxito. Los minutos se consumieron y el local desperdició una tras otra. Márquez, que ingresó por Kaprof, desperdició dos mano a mano insólitos; Nuevamente Barboza con un cabezazo mejor que el anterior y Bejarano con una tapada que irá derecho a los especiales de TV; de yapa, el uno tapó otro cabezazo de Márquez.

Adrián Cubas fue la figura de Defensa; Bejarano se convirtió en el héroe de los colombianos. Ahora el Rojo se armará con una ultradefensa que los de Varela deberán romper. Y será la conversión del Halcón el primer gran objetivo para que la hazaña en el Pascual Guerrero sea comparable a la del Morumbí. Si, algo es seguro: si se da, será superior a la excursión a San Pablo. Que sea con suerte.

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