(Radio GBA) Defensa y Justicia debutó en el reinicio de la Super Liga con un traspie ante Vélez por 1 a 0. El gol fue convertido por Luis Amarilla de penal, tras una indiscutida falta de Lisandro Martínez a la media hora de juego. El Halcón, tras un primer tiempo de acomodar sus piezas y poder encontrarle la vuelta al renovado “Fortín”, logró compensar el juego en el complemento, y tanto lo hizo que pasó a dominar y a merecer más que un empate, algo que nunca ocurrió. Fue por la fecha 13 del torneo, con el arbitraje de Patricio Loustau.

Y nunca pudo anotar defensa básicamente por 3 motivos concretos: El principal fue el arquero César Rigamonti que, además de demostrar que es un gran arquero como ya se sabía, tuvo una tarde inspirada en Florencio Varela; la falta de puntería fina en algunas definiciones ¡y la mala suerte!

Márquez un par de veces en el primer tiempo y otros tantos en el segundo; Nico Fernández en un par de mano a mano; Kaprof (muy buen partido, y se fue expulsado en una dudosa falta; Gissi; Miranda; Delgado; Martínez; Bordagaray; Ciro… Todos probaron, todos tuvieron su chance; ninguno pudo con Rigamonti ni con la perfección del gol.

Dolió la derrota de local, claro. Y más, cuando es injusta. Pero el equipo se fue aplaudido y bien merecido lo tuvo. En el complemento apareció el verdadero Halcón, ese que gusta del buen trato de pelota, de la velocidad, de la precisión y de la sorpresa. El punzante. Y por lo visto, aún sin ver a algunos refuerzos en cancha -como Alex Barboza-, Defensa se reencontrará con el triunfo a la brevedad, porque jugando así y con los valores que tiene, las alegrías serán mayores que los sinsabores. Acaso llegue el próximo viernes por la noche en la cita que tiene en La Paternal ante Argentinos Juniors.

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