(Radio GBA) Defensa y Justicia logró 3 puntos importantísimos en el torneo local, al ganarle 1 a 0 a Patronato en Varela con gol del pibe Nahuel Molina. El encuentro fue por la fecha 17 de la Súper Liga y ahora el Halcón suma 25 puntos y sigue en plena lucha por clasificar a la Copa Sudamericana 2019.
El encuentro fue de un tono bajo en cuanto a lo futbolístico. Si bien el que propueso fueron los dirigidos por Juan Pablo Vojvoda, ambos parecían respetarse demasiado, por lo que el ritmo no fue lo vertiginoso al cual acostumbra Defensa. De hecho, en la primera etapa lo más cerca del gol fue una pelota estrellada en el palo por parte del uruguayo Almeida y no mucho más.
Pero en el complemento apareció un gol de otro partido, cuando todo se desaroolaba en la misma monotonía de los 45 minutos iniciales: Miranda recibió el saque de Unsaín y metió un quirúrgico pase a la carrera de Nahuel Molina, quine definió por arriba del cuerpo de un desesperado Bertoli. Fue el gol que abrió el partido pero que al mismo tiempo sentenció el desarrollo a falta de un cuarto de hora para el final. Así las cosas, Patronato -que se plantó en claro objeticvo de salvar un punto- terminó yendo sin ideas y con el central Andrade jugando de falso nueve, al lado del grandote Quiroga. Dependía de lo que pudiera inventar Garrido que había arrancado sentado en el banco de suplentes, pero por fortuna nada grave ocurrió.
Defensa y Justicia volvió a ganar de local y se hace fuerte en el “Matadero”. Con clara vocación ofensiva, siguió haciendo circular el balón a la espera del espacio que le permitiera lastimar a su rival. Miranda fue el eje distribuidor durante los noventa minutos y en el final logró juntarse con el ingresado Elizari. En el final se lo perdió Márquez para definirlo. La convicción del local se conjugaba con la impotencia de los de Paraná.
GISSI Y EL CACHETAZO ¡A SU PROPIO COMPAÑERO!
Antes del gol de Molina, sucedió algo poco visto en el fútbol: Dylan Gissi se enfureció al recibir una indicación (o reproche) de Bareiro por una jugada en el área propia, y le propinó una cachetada entre insultos, con ganas de ir a trensarse a trompadas ¡con su propio compañero de zaga!, algo evitado por Unsaín y el resto de los compañeros que los rodeaban. El árbitro sólo le sacó amarilla, cuando correspondía la expulsión directa. Tras el gol, vinieron las disculpas de Gissi, pero es algo para marcárselo firmememente al jugador que bien pudo perjudicar a todo el equipo.
Finalemnte fue victoria de un equipo con paciencia. Le bastó con hacer lo que no se le daba en partidos anteriores: definir bien alguna de las que genera. Ayer fue de emboquillada por encima del arquero, una exquicitez. No pedimos tanto, por supuesto, pero vale convertir y ganar para sumar puntos y convicción de que Defensa está para más.
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