(Radio GBA / Télam) Lejos de la popularidad de la gente, con gestos adustos, trajes negros predominantemente, sin presidentes latinoamericanos y ni siquiera con todos los gobernadores argentinos (varios enviaron a sus vices), el gobierno realizó una apagada ceremonia dentro de la Casa de Tucumán y, fuera de ella, Macri ensayó otro discurso de campaña sin referencias a nuestros patriotas y mucho menos de una lucha por la actual independencia y soberanía política y económica. Recordemos que para el Bicentenario de la Revolución de Mayo, en 2010, habían viajado prácticamente todos los presidentes de América del Sur y se quedaron para los dos días de ceremonias y festejos.
Dentro de la Casa de Tucumán, un adusto presidente Mauricio Macri firmó un “compromiso para el tercer milenio”, cuidándose de las expresiones “independencia”, “libertad” y “pueblo libre”, entre otros, y sin mencionar siquiera a la valentía de los patriotas que declararon la independencia de la monarquía española. Claro, en esa histórica Sala de la Independencia estaba presente como invitad de honor un representante de los Borbones que nada querían saber de que seamos un pueblo libre: el emérito Rey Juan Carlos de España, chozno de Fernando VII (quien reinaba en 1816). Un día antes, el historiador Felipe Pigna se había adelantado a ese hecho, al declarar en una entrevista radial con el periodista Gustavo Sylvestre de que “la independencia no es lo que mejor se lleva con el gobierno de Macri”.
El discurso que dio luego en la puerta de la Casa de Tucumán, fue con las oraciones típicas redactadas por Durán Barba respecto a que el ajuste al pueblo lo tuvo que tomar porque no quedaba otro camino por el “país en crisis” que según él (y solamente él y sus ministros) recibió y apelando a que los argentinos deben “unirse” y tener “fe” y generar “confianza” para que llegue las inversiones -según Macri ya están llegando…- y que ello llevara a la “pobreza cero”. Ninguna mención a los patriotas, a nuestras cadenas rotas de aquellos borbones, ni de una reafirmación de independencia soberana, económica y política. Claro, no es ese el mensaje que quiere dar. Por eso mismo no concurrió ningún presidente latinoamericano y ni siquiera estuvieron todos los gobernadores de nuestro país. Solo el emérito Rey Juan Carlos de Borbón. Ceremonia austera sí, pero fría y despojada de patriotismo.
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