(Radio GBA) “Ante todo , quiero hacerle llegar mi abrazo y mis condolencias a todas las familias de Ezeiza, pero para los vecinos que viven en Florencio Varela hoy es un día de celebración” arrancó -de manera poco felíz- la gobernadora María Eugenia Vidal el acto de inauguración del Metrobús que recorre, de manera parcial, la Av. San Martín, entre Monteverde y el monumento a la bandera (conocido popularmente como el “bicho canasto”). Solo ella y el presidente Mauricio Macri se alzaron con la voz, aunque sin apartarse de sus discursos de campaña, como la extensa descripción del asfaltado de una ruta en la localidad de El Paraíso, en el partido de Ramallo, a cientos de kilómetros de la esquina de San Martín y Dorrego, dónde se montó el escenario.

Celosos controles para evitar “no invitados”

El intendente de Florencio Varela, Andrés Watson, no concurrió al acto, y -según informaron a nuestro Portal desde el municipio- decidió estar junto a los familiares de Humberto José Bulacio, el obrero del barrio San Jorge que murió ayer tras ceder un andamio en la terminal de pasajeros del aeropuerto de Ezeiza. “No necesitábamos una réplica de Capital Federal en nuestra ciudad sino decisiones para proteger a las PyMes, reactivar la industria, generar empleo genuino e impulsar el comercio” señaló desde sus redes sociales.

“Ahora que hicimos lo urgente, podemos hacer lo importante” redondeó Vidal, implorando el voto para una reelección bonaerense que aparece como muy poco probable tras el resultado de las PASO. La gobernadora bajó del helicóptero en el estadio “Tomaghello” de Defensa y Justicia, pero con el cuidado de no posar la aeronave sobre el césped.

Mauricio Macri, por su parte, dijo que “con este Metrobús son decenas de miles de varelenses que van a recuperar ese tiempo para estar en familia“, en un desconocimiento pleno (al menos de quienes deben asesorarlo) de la zona, ya que jamás hubo ni hay congestionamiento de tránsito entre Castelli / 9 de Julio y la Monteverde (Ruta 4) y viceversa, porque el embudo siempre ocurrió y ocurre a partir del monumento a la bandera hacia el centro y nada más. En las horas pico de la tarde, también se producen demoras (mínimas) en el semáforo de la Monteverde desde el norte, pero allí no construyeron Metrobús. En síntesis, nadie ganará tiempo, más allá de alguna comodidad en las amplias dársenas de las paradas que ahora se ubican en los carriles centrales y que quitaron los emblemáticos boulevares que por decenas de años fueron postal del ingreso a la ciudad desde el partido de Quilmes.

En el escenario también acompañaron el Ministro de Transporte Guillermo Dietrich y el candidato a intendente de Varela de Juntos por el Cambio, Pablo Alaniz, junto a otros candidatos del mismo espacio en Almirante Brown y Berazategui. Fue extraño no verlo al intendente Martiniano Molina, pero según allegados al jefe comunal quilmeño, prefiere no estar más en fotos con Vidal y Macri, ya que está empapelando el distrito con afiches de color azul, abandonando el multicolor del frente Cambiemos.

A Guillermo Dietrich le preguntamos qué criterio hubo y qué sentido tuvo el construir un Metrobús que solo 3 ramales de colectivos lo recorren en su totalidad y arranca en la Monteverde y no llega siquiera a un centro o una terminal, a lo que el ministro derivó la respuesta en Germán Bussi, secretario de Planificación de Transporte, quien argumentó: “Este tramo (el del Metrobús) era un lugar dónde el espacio público estaba degradado, era una ruta de un carril por sentido para autos y dos colectoras que no se usaban, por que ésta obra básicamente le da dignidad a los pasajeros y a los vecinos, y demostramos que no sólo en la Capital se pueden hacer”. Bussi parece haber observado poco que dicha arteria no era ruta “convencional”; si bien es parte de la Ruta 53, era una avenida con boulevares hasta la rotonda de Berraymundo, con celectoras que sí se usaban, y desde allí avenida con dos carriles por sentido hasta la Monteverde, perfectamente iluminada.

Terminado el discurso de Macri, el propio presidente y la gobernadora emprendieron raudos el regreso a sus aeronaves con el séquito de custodios y en un breve lapso de tiempo el poco público ubicado para las cámaras se fue al encuentro de sus vehículos.

 

 

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