(Radio GBA / Télam) El ministro de Transporte de la Nación, Mario Meoni, murió en la noche del viernes en un accidente automovilístico ocurrido en el kilómetro 112 de la Ruta Nacional 7, a la altura de la ciudad bonaerense de San Andres de Giles, informaron fuentes oficiales. El automóvil que conducía el ministro chocó y dio un vuelco, sin que de inmediato se conocieran otros detalles acerca del accidente.
Meoni, de 56 años, se dirigía hacia la ciudad de Junín, en la que reside su familia. El ministro iba al mando de un Ford Mondeo, propiedad de Trenes Argentinos, y viajaba solo. Perdió el control del vehículo y falleció en el acto.
“Con mucha tristeza recibí la ingrata noticia del fallecimiento de @mariomeoni, Ministro de Transporte de nuestro Gobierno. Con él perdemos a un político cabal, incansable y honesto. Un funcionario ejemplar. Con sincero pesar acompaño a quienes como yo lo han querido y respetado”, escribió en Twitter el presidente Alberto Fernández.
IMPULSO AL FERROCARRIL Y A LAS OBRAS DE INFRAESTRUCTURA VIAL
La gestión de Meoni, aún atravesada por la pandemia del coronavirus, tuvo su impronta en el impulso de las economías regionales y la reactivación del ramales ferroviarios en el interior -de cargas y pasajeros- y la reapertura de talleres ferroviarios.
Es así que desde su aparición al frente de la cartera de transporte, el juninense giró el norte de su gestión respecto a lo que venía haciendo su antecesor macrista, Guillermo Dietrich, quien era un empresario del rubro que en materia de ferrocarriles solo se dedicó a cerrar más ramales y achicar la inversión, enmarcado en la política neoliberal de achicar el gasto sin conocer un ápice el servicio social del ferrocarril de pasajeros y de cargas ene l interior, funcionando como un ministerio de transporte del AMBA.
Con Mario Meoni el tren tomó impulso real: acondicionó (y se sigue haciendo) miles de kilómetros de vías para los servicios de cargas, que en 2020 tuvieron récord de movimiento; recuperó el ramal del FF.CC. Urquiza, que la gestión anterior cerró definitivamente; terminó de nacionalizar todas las líneas; recuperó ramales regionales fundamentales, como la prolongación del Tren de las Sierras (más allá de Cosquín, a punto de inaugurarse en Córdoba); las líneas Posadas – Garupá (Misiones); Paraná – Colonia Avellaneda (Entre Ríos); General Guido – Pinamar; Salta – Campo Quijano (salta); Cipolletti – Neuquén – Plottier (Río Negro y Neuquén); la recuperación de las líneas interurbanas en el Chaco; recuperación de frecuencias a ciudades claves de la provincia de Buenos Aires, como Mar del Plata, Junín y Bahía Blanca (dónde además se prevé rehabilitar la vía Pringles y Sierra de la Ventana en unos meses); la vuelta de ramales que ni estaban en la carpeta ni en el conocimiento de Dietrich, como el Belgrano Sur más allá de González Catán: a 20 de Junio, Marcos Paz, Villars y Navarro; y el Roca hacia Tandil y la extensión del Tren Universitario en el contorno de la ciudad de La Plata, entre otros tantos proyectos.
Además, la rehabilitación de talleres fue su principal política, con la recuperación de material rodante y traccionado para distribuir en diferentes ramales. Esta gestión redunda en más puestos de trabajo en metalúrgicas claves a lo largo y ancho del país. También cerró acuerdos para la concreción de obras viales en diferentes rutas nacionales y la construcción y remodelación de terminales de ómnibus.
“Los ferrocarriles son una política de Estado” declaró Meoni apenas asumió, y en su año y medio de gestión cumplió y dejó a su cartera de pie para encarar la recuperación de éste fundamental medio de transporte.
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