(Radio GBA / Infobae) El periodista Mauro Viale murió este domingo a los 73 años tras sufrir un paro cardíaco en el Sanatorio de Los Arcos, donde se encontraba internado desde el sábado por un cuadro severo de coronavirus. El conductor de A24 y América había recibido la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19 el jueves pasado. Dos días después, en la mañana del sábado, se conoció la noticia de que después de haber experimentado algunos síntomas compatibles con el virus se hizo un hisopado, que dio positivo. Y había sido internado en terapia intensiva por un cuadro de neumonía bilateral, aunque sus allegados informaron que el domingo ya se encontraba en una sala común.
Debutó en el periodismo deportivo en el año 1967, por Radio Rivadavia y nada más ni menos que en el equipo de José María Muñoz. En los 80 hizo una dupla imbatible con Enrique Macaya Márquez. Su voz está en la memoria de todos los futboleros de fines del siglo XX. Con un estilo propio, con información y una amplia cultura no se limitaba al típico relato del partido.
En sus comienzos en Rivadavia fue reportero, pero poco a poco se hizo notar y le empezaron a dar espacio como comentarista de diversos partidos de Primera División. Como relata el sitio tribunero. com en los años 70 comenzó su carrera como reportero y ocasional comentarista de los encuentros de la Primera División. En 1974 fue uno de los enviados especiales al Mundial de Alemania por el viejo Canal 11, hoy Telefé. Fue en mayo de 1977 cuando empezó su tarea más recordada en el deporte rey, al relatar para Canal 7, que con la proximidad de la Copa del Mundo de Argentina se convirtió en Argentina Televisora Color (ATC). Así impuso su jerarquía a la narración, nombrando sólo al protagonista, sin descripciones inútiles ni la alienación que envuelve a varios de la actualidad. De esa forma y con Macaya Márquez, otra potencia periodística a su lado, hizo el deleite de todos no sólo con el campeonato doméstico sino con la Selección, a la que acompañó para los Mundiales de 1978, 1982 y 1986, éste donde tuvo el privilegio de contar al país las hazañas de Diego Maradona y el título en México. Comenzaba cada transmisión con un latiguillo: ‘Quién mueve’.
En 1985, en los albores de Fútbol de Primera ya era figura principal. Era el relator del partido más importante de la fecha. Mauro trabajó con los títulos de River de Veira, Central y Newell’s, el Independiente de Bochini, las caóticas Liguillas Prelibertadores y más. Hasta que en el invierno de 1989, Fútbol de Primera fue traspasado de ATC a Canal 9, que contaba con otro ícono, Marcelo Araujo, como voz destacada. Entre el cambio y su fidelidad a la emisora de su vida. Hasta que un día y decidió dejar el relato. Se habló de internas pero él aclaró que simplemente fue a hablar con Carlos Ávila, y le dijo: “Negro, no quiero relatar más, me aburrí”.
Su último encuentro fue el 27 de julio de 1989. “El primer domingo que me quedé en casa sin trabajar, después de diez años y vi cómo ocupaba mi lugar Marcelo Araujo, me sentí raro. El segundo día ya ni me acordaba del fútbol”. Su corte fue tan fuerte que no volvió a una cancha, salvo una vez que llevó a su hijo Jonatan a ver a River.
Hacer Comentario