(Télam/AFP) El papa Francisco visitó al ex presidente cubano Fidel Castro en su residencia, luego de la misa multitudinaria que celebró en la Plaza de la Revolución de La Habana, y más tarde al presidente de la isla y hermano del primero, Raúl Castro, con quien mantuvo una reunión de cortesía en el Palacio de la Revolución en su primera visita oficial a ese país como parte de una gira que también lo llevará a Estados Unidos.

La visita de Francisco se da en el marco de la “normalización de las relaciones” entre Estados Unidos y Cuba, proceso destacado ayer por ambos cuando el papa argentino arribó a la capital cubana y fue recibido por Raúl, quien subrayó además la preocupación del sumo pontífice sobre temas sociales y medioambientales.

Tras 56 minutos de reunión en privado, en la que el papa recibió una gran cruz de madera y un cuadro de parte del presidente cubano, no se realizaron declaraciones a la prensa.

En el saludo oficial previo a la reunión, estuvieron presentes el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin; el primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel; el canciller de la isla, Bruno Rodríguez; y el presidente de la Asamblea Nacional, Esteban Lazo.

También asistieron representantes de la jerarquía católica de la isla, como el cardenal y arzobispo de La Habana, Jaime Ortega; y el arzobispo de Santiago de Cuba, Dionisio García, que es el presidente de la Conferencia de Obispos de Cuba.

Tras el encuentro, el papa se retiró de la Casa de Gobierno cubana en el tradicional Papamóvil, y se alejó del Palacio ovacionado por multitudes de fieles.

El papa Francisco visitó además este mediodía al ex presidente cubano Fidel Castro en su residencia, en un encuentro que duró 40 minutos y en el que ambos intercambiaron libros, informó el vocero del Vaticano, Federico Lombardi.

Luego de la misa papal, Francisco se dirigió “con un grupo muy reducido” de colaboradores hacia la residencia del histórico líder de la revolución cubana, quien recibió a Francisco junto a su esposa, hijos y nietos.

Francisco, según detallaron, llevó seis libros sobre diferentes temas referidos a la religión, mientras que Fidel le obsequió al sumo pontífice el libro de Frei Betto, “Fidel y la religión”.

“El papa Francisco preparó algunos libros como presente al comandante, entre ellos dos de Alessandro Pronzato, un escritor sacerdote italiano experto en la catequesis, en la divulgación teológica, que escribió muchos libros traducidos en español”, detalló Lombardi.

En cuanto a la charla, señaló que ambos se refirieron a la problemática mundial y al medio ambiente, entre otros temas, al tiempo que Lombardi trazó un paralelismo entre el encuentro de Fidel con el anterior papa, Benedicto, en el que “el comandante preguntó al papa sobre las grandes cuestiones del mundo de hoy y mañana”.

Según señalaron en el libro de Frei Betto entregado al papa, Fidel escribió la siguiente dedicatoria: “En ocasión de su fraternal visita a Cuba, con admiración y respeto del pueblo cubano. Fidel”.

El hermano de Fidel, Raúl Castro, ya se había reunido con Francisco en mayo, cuando el mandatario cubano visitó El Vaticano para preparar esta visita papal, que continuará mañana en las ciudades orientales de Holguín y Santiago de Cuba, desde donde partirá, el martes 22, a Washington.

El Papa había ofrecido esta mañana una multitudinaria e histórica misa en la Plaza de la Revolución, en la que destacó, entre otros temas, que “no puede haber otro fracaso” en lo que denominó el “camino de paz y reconciliación” en Colombia.

Francisco mostró su apoyo a “todos los esfuerzos que se están haciendo, incluso en esta bella isla, para una definitiva reconciliación”, en alusión a las conversaciones de paz en La Habana entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner se reunió brevemente con el Papa al final de la misa, en un cálido encuentro en que ambos se dieron la mano y, tal como sostuvo la Presidenta en declaraciones a la prensa, se dijeron “lo de siempre”: “Que yo rece por él y él rece por mí”.

La Presidenta participó de la celebración junto con la comitiva que la acompañó en su viaje hacia Cuba, país al que fue invitada por su par Raúl Castro, con quien mantuvo un encuentro al igual que con Fidel, su hermano y ex presidente de la isla.

Antes de la misa, Francisco saludó especialmente a niños y personas con discapacidad, ovacionado por miles de fieles que agitaban banderas cubanas y vaticanas, y aplaudido efusivamente por los obispos que lo esperaban en el estrado papal.

Los 3500 invitados especiales se ubicaron en las sillas colocadas frente al estrado papal, que se montó en el costado del monumento del “Che” Guevara, que observaba el color de una plaza nutrida de banderas de Latinoamérica, del Vaticano y también algunas del club de fútbol de Francisco, San Lorenzo de Almagro.

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